Educación online: ¿una alternativa formativa de calidad?
El académico español Manuel Area explica que existen tres tipos de resistencias a la formación online en el sistema educativo: pedagógicas, mentales e institucionales. Durante mi trayectoria profesional en Chile he podido vivenciar de primera mano cada una de ellas, tanto en docentes y directivos como en estudiantes. Hasta hace poco, la educación en línea era vista con cierta desconfianza y recelo por una parte de la comunidad académica, mientras aún pervivían varios mitos sobre la falta de calidad y base pedagógica de esta modalidad.
El paradigma cambió a principios de este año. La educación online se ha convertido en la única alternativa viable para continuar con las clases, y centenares de instituciones han comenzado a implementar de forma urgente recursos, plataformas y capacitaciones para salvaguardar el proceso pedagógico de este semestre. Paradójicamente, las fórmulas más utilizadas siguen siendo las tradicionales, es decir, aquellas en las que el profesor imparte una clase retransmitida en directo y ésta puede ser además recuperada en diferido. En otros casos se están subiendo a las aulas virtuales recursos educativos en distintos formatos para el trabajo autónomo del estudiante. No es extraño por tanto que, según un reciente informe de la UNESCO, el cambio de modalidad haya sido recibido negativamente por los estudiantes, explicándose a través de un contenido que nunca fue diseñado para la educación a distancia. A ello se suma que la curva de aprendizaje para una correcta utilización de las TIC en educación a distancia es muy pronunciada entre los docentes.
A la vista de la experiencia actual, ¿pervivirá en el futuro la creencia de que la educación online no es una alternativa aceptable y de calidad para el logro de aprendizajes? ¿O, por el contrario, comenzaremos a creer que la calidad de la propuesta no depende de la modalidad sino de su diseño, capacitación docente e implementación? El último informe de la OEI concluye que, si las actividades formativas online están bien ajustadas, la metodología y los contenidos son adecuados y el profesorado cuenta con la formación adecuada, los resultados no tienen por qué diferir de la educación presencial. Así lo confirman los resultados de instituciones 100% online como la Universitat Oberta de Catalunya, la Universidad Nacional de Educación a Distancia o la Open University del Reino Unido, con mejor posicionamiento en los rankings internacionales que muchas universidades tradicionales de formación presencial.
El coronavirus ha situado al sistema educativo en una encrucijada. Una vez finalice la contingencia actual, muchas instituciones educativas se cuestionarán sobre la necesidad de regresar a una modalidad presencial sin aprovechar las grandes oportunidades y beneficios que ofrecen las TIC y los entornos virtuales, considerando asimismo los múltiples desafíos que ello supondría. ¿Cuál será su respuesta? Sólo el tiempo lo dirá…